#18 Chanson d'automne
Leila Guerriero decía el otro día que "el mundo es ahora los muros de nuestra casa". Qué contradicción. Vivíamos todos pidiendo un respiro, un poco de tiempo, de hogar, estar con los nuestros, y ahora que lo tenemos, los muros, la habitación, nos asfixian. No recuerdo quién, pero alguien dijo que "todo lo que nos pasa es por salir de nuestra habitación". Sí es así, poco nos había pasado hasta ahora.
Desde ella, nuestra habitación, el otoño nos ha abofeteado en la cara mientras la hojarasca ha empezado a embarrarse. Veo y siento el otoño y me acuerdo de Verlaine, de su Chanson d'automne. El francés utilizó el lenguaje y sus sonidos para simular la caída de las hojas y el paso del tiempo. La madurez, la vejez, la hojarasca de los años que se amontonan. Es un poema precioso, de una sonoridad exquisita. En los versos, la “n” y la “r" sirven para que el poema se arme como si música de un violín fuese. Al final, una hoja muerta cae. Sofocada, como la vida. François Ozon lo utilizó en esa maravilla que es Frantz para hablar del paso del tiempo y del amor perdido. Si al escuchar Chanson d'automne en la voz de Paula Beer no se te eriza el vello, háztelo mirar.
El otoño. El mundo. Los muros de nuestra casa. Los violines. Las hojas. “Et je m'en vais / Auvent mauvais / Qui m'emporte / Deçà delà, / Pareilà la / Feuille morte.”